23 de agosto de 2009

No Country for Old Men (2007)



Ed Tom Bell. Sheriff
(Juan Sebastián Corcione)


El Bien y el Mal se sientan a diario en la misma silla, en el mismo parque, hablan de las mismas cosas. Ninguno se mira a los ojos, ambos miran al frente, el terrible final de la jornada cierra con las mismas oraciones llenas de nostalgia y aprendidas de memoria (…)

Mientras tanto, en el cine, en una película de los hermanos Coen, en el oeste de Texas está Ed Tom Bell (Tommy Lee Jones) como el centro inmutable de un universo cualquiera, inconscientemente él se ha ubicado allí, como si no quedaran más sillas en un teatro lleno. Sheriff de un condado sin novedades, arrastrado por la fuerza (inocente) de uno de los protagonistas en una cadena de crímenes relacionados con las drogas y el dinero, su papel es una especie de “acento” que dictamina una moral y una ética muy ajena a la realidad (de la película, por supuesto) las arrugas de su cara imprimen en cada frase una nostalgia que bien se puede confundir con una profunda tristeza o con un mesurado asombro.

11 de agosto de 2009

The Wrestler (2008)



Randy "Ram" Robinson
(David García)

La decadencia, otra vez la decadencia. Me pregunto qué tuvo que empezar a pasar o dejar de pasar en la historia de la humanidad para que se pudiera empezar a contar y a representar la decadencia. Y me pregunto si algo empieza a pasar también con nosotros para que seamos más sensibles a la decadencia, para que la reconozcamos y podamos percibirla, rastrearla.

Los dos ambientes en que se desarrolla la película: los gimnasios pobres donde se sostienen los cuadriláteros de lucha libre, y el club de striptease, también pauperizado, aluden, ambos, al porno. Y es mucho más pornográfica la estética y la naturaleza de los primeros, que la vida que se desarrolla entre bailes eróticos y desnudos en el segundo. Acaso más digna y menos resignada, la bailarina erótica busca diferenciar permanentemente su trabajo de la vida real, aquella que busca coronar con el retiro en Trenton: en un vecindario tranquilo, aunque barato, buenas escuelas y un futuro, no para ella, para su hijo. Randy “The Ram” Robinson no puede o no quiere diferenciar uno de otro, o lo hace al revés, la vida real está en el cuadrilátero, con los gritos enardecidos de la gente; allí, donde se lacera el cuerpo, donde hay sangre, donde todo parece que es artificio, es allí donde está la vida real, el mundo donde a pesar de su cuerpo él no sale herido, donde él es el protagonista, donde todas las miradas están sobre él.

Lost in Translation (2004)



Bob Murray
(Mauricio Montenegro)


Bob Harris, quien fuera un reconocido actor de cine y televisión, una estrella del mundo del entretenimiento, es ahora poco más que un don nadie, un perdedor; aparece en campañas publicitarias japonesas: ahora mismo es la imagen de Suntory, cierta marca de whisky. En el comercial para televisión, Bob hace un papel muy simple: está sentado en un sillón, dándonos la espalda, gira lentamente, mirando hacia la cámara como “a un viejo amigo”, y dice: “Has de los buenos tiempos, tiempos Suntory”[1].

Bill Murray, quien interpreta a Bob Harris, ha tenido una carrera similar: casi un ícono de la década de los ochenta, parte del mainstream de la comedia norteamericana, al final de la década de los noventa hace pequeños papeles en series de televisión y aparece constantemente en el show cómico Saturday´s Night Live; la primera década de este siglo ve reaparecer a Murray en películas de jóvenes directores norteamericanos, parte de cierta vanguardia cinematográfica: