20 de febrero de 2010

Before night falls (Julian Schnabel)



Carta a Javier Bardem; ¡No!, perdón, a Julian Schnabel; ¡No!, perdón, a Reynaldo Arenas. 
(Juan Sebastián Corcione)


Debo confesar algo: antes de ver la película no sabía nada en absoluto de Reynaldo Arenas. Pero como si lo supiera. Este personaje es tan común y tan propio que puede identificarse en la cara de cualquiera, cualidad que en tiempos individualistas es más una virtud. (Imagínense poder ser todos, poder ser cualquiera y SIN REMORDIMIENTOS).

Bogotá, febrero de 2010

Reynaldo (¿Querido Reynaldo?): 

Han hecho un película basada en tu vida, así que donde estés espero recojas tu ego y le des palmaditas en la espalda. Le han puesto el mismo título que tiene tu autobiografía, menos mal digo yo, ya sabes cómo a veces al cine se le da por andar cambiando títulos. Antes de verla no había leído nada tuyo, es que la poesía es como el pastillaje, empalagoso e inservible. Bueno, frente al hecho de no haber leído las novelas no tengo excusa, o por lo menos no por ahora. Empieza, como es lógico, con tu niñez, a veces uno se pierde pensando que es la historia de Cuba, y de repente un monólogo (genial por cierto) te pega una patada allí y te sienta. Al verla no me queda más que sentir simpatía y misericordia, eso de andar poniéndose en el papel del otro es ridículo, insoportable, pretencioso pero, sobre todo, inevitable. Ya sé que poco te importa mi simpatía, aunque para estar claros, así dejo a mi conciencia quieta y a ésa es mejor no preguntarle nada. Por más rabia que transpires, la revolución no te traicionó, dirás: “… quién coño tú te crees de hablar sobre mi vida, y peor, hacerlo por mí…”, es cierto, no me malentiendas, yo sólo he visto una película, y sí, la revolución no te traicionó, creíste en la “libertad” del nuevo proceso pero la “libertad”, querido Reynaldo (te puedo decir así, ¿verdad?), no es más que una excusa tonta para salir corriendo, caerse y empezar a llorar cuando vemos a mamá que viene con alcohol y cara de angustia. De no haber vivido lo que viviste quizá nunca hubieras escrito lo que escribiste y nunca hubieran hecho una película como la hicieron. Serías, por ejemplo, maestro de escuela o notario público, una vida aburrida de sexualidad típica (los homosexuales también tienen una sexualidad típica) y de admiración desmedida por las letras, pero dejadas ahí sueltas en la mesa de noche.

Una vez leí que a los perros que usan en peleas clandestinas los encierran y los someten a angustias terribles, eso forma su carácter y, llenos de rabia, salen a desprenderle las piezas al otro perro que a su vez también tiene la misma intención. ¿No te has pensado como un perro?, uno que ladra y ladra, ladra en rima, ladra en prosa y ensucia de babas los muebles en donde las señoritas toman café, un perro encadenado que ha descubierto precisamente que esa cadena le rasca las partes a la que sus dientes no llegan. Cuba te necesitó tanto como tu a ella. No defiendo a Cuba, en el fondo el problema de Cuba se lo dejo a los cubanos y tu problema te lo dejaría a ti, pero ¿ya te dije que he visto una película sobre tu vida? (…)

Pensaré luego si le escribo una carta a Bardem, el actor que te ha personificado, no había rabia en él, ni alborotos histriónicos, con la suma de cinco gestos logro encerrar lo que eras. ¡CINCO GESTOS!, a ti te tomó varias novelas y decenas de poemas, el cine no es sincero, la escritura sí, por eso desconfío de las letras siempre se traen de frente las ganas de volverlo nada a uno. Reynaldo, no creo en la justicia y tú tampoco, no sé si Bardem (recordaré preguntarle), tampoco creo que las cosas contigo sean producto de la injusticia, a ti fue al que le tocó decirlo, verbo tras verbo, adjetivo tras adjetivo, sustantivo tras sustantivo (y así).

A donde estés, querido amigo (somos amigos, ¿cierto?), espero no tomes represalias; no sería agradable tener a tu fantasma jalándome los pies o tirando las puertas del baño (un fantasma escritor no se callaría nunca), supongo que no verás nunca la película que han hecho sobre tu vida, sólo puedo decirte que es bastante buena.

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